Un cuento para dormir... o dominar el mundo Pastillitas. Donde están? Pastillitas. Será que otra véz se terminarón? Era ya pasado la 1:00 A.M. y Lady Syl corría de un lado a otro en su habitación buscando la caja de Clonazepam que le ayuda a dormir. Ya hace años que es mi vecina y aunque una década ya pasó Lady Syl se ve igual que cuando la conocí, su rostro blanco de facciones atractivas no permite que pase desapercibida. --Otra noche sin dormir, ni modo tendré que usar toda mi sapiencia para conquistar el mundo de mañana. En sus noches de insomnio podía ecucharla urdiendo planes de conquista mundial para convertirlo en un lugar mágico igual que Oaxaca. Si me preguntán, la idea no me parece mala, Oaxaca y el sureste mexicano siempre me han gustado. Cuando era pequeño pensaba que Lady Syl era una vampireza, con su rostro pálido, ojos grandes de mirada inquisitiva y sus labios rojos que contrastan con su piel blanca, yo imaginaba que eran así de rojos por la sangre que succionaba. Como ya mencioné, aparentemente no ha cambiado nada, como si fuese inmortal. --Si, si... playas igual a Mazunte en las costas y un lugar como San José en las montañas, pero... algo me falta... sapiencia, sapiencia, pastillitas... Ahora ya no pienso que Lady Syl sea vampira y su splanes me entretienen y arrullan por las noches, en ocasiones he soñado robarle un beso de sus labios rojos. Quien sabe, tal véz un día, cuando el mundo sea como Oaxaca. E. Celis, Mayo 26 2013